Dios nos trae lo malo para darnos lo mejor
Vicky Olivas miraba fijamente al vacío mientras se vestía para una entrevista de trabajo. Era la primavera de 1976 y su marido acababa de dejarla
Vicky Olivas miraba fijamente al vacío mientras se vestía para una entrevista de trabajo. Era la primavera de 1976 y su marido acababa de dejarla